lunes, 21 de enero de 2013

Madrid Fusión 2013, día 1

En toda mi carrera, en toda mi vida, no he tenido un sentimiento tan profundo de terror.

Un terror lleno de felicidad, por dificil que pueda resultar concebir estas dos palabras juntas. En mi caso así es. Así ha sido mi primer día en Madrid Fusión 2013.

Al llegar, para variar, me ha invadido una sensación ya conocida de invalidez y pérdida, pero en seguida he sabido qué hacer. Me he dedicado a orbitar por el recinto, buscando. ¿Qué buscaba? No lo se, pero buscaba.

Hay que decir que el primer encontronazo ha sido con Martin Berasategi, al que casi veo caer por las escaleras mecánicas, ya que al pobre hombre le han distraído cuando iba a usarlas, y se ha tropezado (casi me lo como con patatas).

Acto seguido, ya dentro del recinto, me he topado con mi apreciado Ricard Camarena, uno de mis exchefs. Iba (y lo ha hecho xD) a dar una charla sobre arroces, como buen Valenciano que es. Pero al parecer la V de mi pase, no es suficiente para escuchar lo que tenía que compartir. (Aunque con el cuento de V de Valencia, a lo mejor habría colado... jajaja)
El caso es que, tras saludarle y desearle suerte, he seguido mi camino.

Y el próximo puesto, después de ver una "charla" (entrecomillado por lo corto, no por despectividad) de Ángel León, el cual casi me escupe en MF12, ha sido Caviar RíoFrío.
Alli por supuesto esperaba encontrar a mi querido Diego Gallegos, el cual me ha explicado, con ese acento Andaluz tan bonito que tiene, las novedades de Ríofrío en el mercado, entre las cuales se encontraba una suculenta crema de caviar que conserva todo su sabor y que esta a punto de entrar en el mercado.
 Estando con él, nos hemos topado con el maestro Joan Roca, y así me he quedado yo, como una roca por volver a verle tan "de cerca". No se, a mi me sigue recordando a Robert De Niro... jajaja

Tras aquello, he decidido dejarme caer por Frutas Eloy, que me sonaban y no sabía porqué. Aunque me imaginaba lo peor, y asi era, Yolanda, la gerente y hermana del afamado Eloy, me ha atendido muy.. atentamente, claro.
La verdad es que la mujer ha sido un encanto, me ha presentado, después de tres años de persecución, una bergamota (hoy ha sido el tema de conversación, por lo visto...), un caviar cítrico, una mano de buda, cidra... Una vasija de Venus (o algo así, sea lo que sea, era tremendamente interesante).
Algo aun más nuevo ha sido una mandarina baby cuyo nombre he olvidado (me estoy luciendo...) que yacía solitaria junto a limequats, kumquats, y demás quats.

Después he caído en la tentación de saludar a Ana, de SOSA, que era y es, supongo, comercial-a en Ramses. Y ella me lo ha conseguido. Oh si. Después de tres años, he vuelto a tener la esencia de bergamota en la mano y en la nariz. He aspirado todo lo posible y me husmeado un poco más por alli, con la promesa de volver mañana a comerme el stand y sus productos jaja

Tras una hora más de dar vueltas y aparecer, ve tu a saber porqué, siete veces en cada stand, me he dado de bruces con Miguel Pérez y Miguel Angel Jimenez, conocidísimos cocteleros de Madrid, que andaban jugando un poco con una bebida nueva llamada Pink Cow (si, el nombre es raro de cojones) que, como el primero me ha explicado, tiene una alta mezcabilidad, y le aporta al coctel en cuestión un toque único, ya que su sabor es completamente diferente a cualquier refresco gaseoso que hayáis probado antes. Me ha recordado ligeramente al guaraná en alguna tizna saboril, y desde luego tiene un cierto aire anaranjado, pero os lo digo: nada que ver con algo conocido.
Aun estáis a tiempo de pasaros por el stand y pedirles a estos dos monstruos de la coctelería que os hagan uno de las mezclas que tienen en la carta preparada para el evento.

Para terminar el día, me he encontrado con Garbancita Cristina y Paco Morales, el cual, por cierto, ha puesto una cara de "estoy seguro de que te conozco, pero no recuerdo de qué". Tras un cruce de miradas de una eternidad, me he quedado callada y he seguido hablando con Cris, la cual estaba ajena a las circunstancias tensas que se vivían entre miradas jajajaja...
Me ha recordado un poco al juego de miradas que nos hemos traído uno de los chicos de Poncelet y yo cada vez que pasaba por su stand (que han sido muchas, porque estaba más perdida que un pulpo...)

Otra de las maravillosas casualidades encontradizas, ha sido ya al salir.
Estan a punto de poner a la venta unas latas parecidas a las de algunas bebidas revitalizantes (en forma, digo) que se toman en frío y son de cafe, cafe a la vainilla, y  chocolate. Este último simplemente me ha enamorado. La marca, para que la tengáis en cuenta: Suculento Gourmet.

Mañana más y mejor, y sobre todo más extenso, señores. Vamos a sacarle todo el jugo que podamos a este evento!

Por cierto, repasando cómo he empezado el post, lo explico: este Madrid Fusión, último evento al que podré asistir en Madrid en una temporada larga, ha sido bastante esclarecedor. El hecho de que todos estemos siempre en los mismos eventos (Salón del Gourmet, Madrid Fusión, Millesime...), hace que nos conozcamos y nos hagamos tan cercanos, que es como ir por casa. Éso me agrada muchísimo, porque da muchísima confianza, y te anima más a ir a preguntar por los stands sobre las novedades; el saber que alguien conocido y que te cuida, te va a responder de buenas maneras.
Y lo que hace, es que a un año y medio de llegar a Madrid, pueda irme habiendo cumplido mi propósito.

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